jueves, 4 de marzo de 2010

Masaya y alrededores!




Oh, volcán Masaya! Tu cráter ruge y expulsa humo con partículas de azufre, el día es sofocante, hace muuuuuuuuuuucho calor! Allá arriba donde, en la época antigua, las tribus del lugar hacían sacrificios en tu honor, hoy está enclavada un gran cruz, que los primeros colonizadores cristianos pusieron para espantar al demonio, al fuego que salía de tus entrañas.


Por unos momentos, cerramos los ojos y abrimos el oído para sentirte y olerte!


La comida estuvo marcada por las vistas a Granada y el Gran Lago, desde el mirador de Catarina, donde disfrutamos a ritmo de marimba de unas vistas impresionantes, con sabor agridulce, tras la visita a la cárcel de Coyotepe.


Después recorrimos las calles de Masaya en busca de sus artesanos, para conocer todos los secretos de la artesanía, transmitidos de generación en generación, de padres a hijos. Comenzamos con los hamaqueros, un taller tradicional donde hacían unas hamacas de calidad, y donde pudimos ver parte del proceso de elaboración... Seguimos con el taller de talabartería, cuero, y sentimos casi el rasgado del curtidor sobre nuestra piel, haciendo grabados. De camino, hallamos otro pequeño taller regentado por una señora y su nuera, que al ritmo del pedaleo de la máquina de coser, cosían sombreros y abanicos de paja con jornadas de hasta 14 horas al día.


Y como no, faltaba la visita al Mercado, donde todos exponían sus productos, un mercado lleno de color, bullicio, gente, compradores... al puro estilo nicaragüense.


La noche la cerramos con la Gran Verbena de Masaya, en la que además de presentar un desfile con los mejores diseños de los modistas de Masaya, pudimos deleitarnos con unos bailes tradicionales.


Y después de un gran día, fuera del “hogar” volvimos para hacer las maletas, ya que al día siguiente nos marchábamos a Poneloya!


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