sábado, 20 de febrero de 2010

Recorriendo la Panamericana hacia Ticuantepe

Amanece en San José de Costa Rica, son las 6 de la mañana y desde la ventana de la habitación del hotel se oyen los primeros sonidos de la calle, que a la voz de “nacatamal” despiertan a la tropa.

Tras reponer fuerzas y con los ánimos y las sonrisas en lo alto, nos disponemos a salir de San José, teniendo como guía en nuestro camino la Gran Panamericana.

A la altura de Puntarenas, el autobús se detiene, el calor es sofocante, la música te envuelve, la alegría de la gente disfrutando de un día de playa, el color de las casa, el olor de las comidas preparadas para ser degustadas,... en cuestión de segundos, todo adquiere un aire más tropical y pacífico. Y es que, nos encontramos en la costa pacífica de Costa Rica. Y no hay nada más agradable, que un baño refrescante en este inmenso océano, por unos instantes todos volvimos a ser niños con zapatos nuevos corriendo al mar.

No tengo palabras para poder expresar ese ambiente mágico que nos rodeó a la llegada con habitaciones nuevas a estrenar, un rancho acogedor, una mesa con productos típicos, el alcalde de Ticuantepe, unos músicos que nos dan la bienvenida... de repente, una nube de alegría, encanto, risas, bailes, envuelve a todo el grupo... y es que Nicaragua acaba de entrar en nosotros. Es ese instante, cuando nos damos cuenta que realmente estamos en tierras nicas.


1 comentario:

  1. Joder, tronquita, que nivel!! Mataría por darme un baño en ese Océano!!!Mucho mejor que estar aqui en este claustro de profesores....

    ResponderEliminar